Información sobre el curso

Este programa ha sido creado pensando en aquellos responsables de tomar decisiones estratégicas en la gestión de la cadena de suministro, teniendo en cuenta los posibles riesgos y la incertidumbre a largo plazo. Se abordarán temas como el diseño de redes de distribución y la implementación de procesos empresariales que busquen una alineación entre la estrategia competitiva y la estrategia de la cadena de suministro.

¿Qué aprenderás en este curso?

El papel que juegan los procesos de negocio en la Administración de la Cadena de Suministro es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de todas las actividades relacionadas con el abastecimiento de productos y servicios. La Cadena de Suministro, también conocida como Cadena de Abastecimiento o Supply Chain, se encarga de gestionar los flujos de materiales, información y fondos desde los proveedores hasta los clientes finales. Uno de los aspectos clave en la Administración de la Cadena de Suministro es definir una estrategia de largo plazo en base al portafolio de productos y la estrategia competitiva de cada organización. Esto implica analizar los productos que se ofrecen, identificar los mercados objetivo y establecer las metas y objetivos a alcanzar. Una estrategia bien definida permite alinear todas las actividades de la cadena de suministro y optimizar los recursos disponibles. Otro aspecto importante es la gestión de riesgos y crisis en la Cadena de Suministro. Es fundamental implementar estrategias de mitigación preventivas y correctivas para minimizar los impactos negativos de posibles eventos adversos. Esto implica identificar los riesgos potenciales, desarrollar planes de contingencia y establecer mecanismos de monitoreo y control para anticiparse a cualquier situación de crisis. Los principales procesos de negocio de la Cadena de Suministro incluyen l a planificación de la demanda, la gestión de inventarios, la gestión de compras y abastecimiento, la gestión de producción, la gestión de transporte y distribución, y la gestión de servicio al cliente. Cada uno de estos procesos tiene sus propias métricas de desempeño, que permiten evaluar la eficiencia y efectividad de las operaciones y tomar decisiones basadas en datos concretos. Además, es necesario diseñar y administrar una red de distribución que maximice la efectividad de las tres directrices logísticas: transporte, inventarios e instalaciones. Esto implica analizar las necesidades de transporte, establecer políticas de inventario adecuadas y optimizar la ubicación y capacidad de las instalaciones de almacenamiento y distribución. Una red de distribución bien diseñada permite reducir los costos y tiempos de entrega, mejorar la satisfacción del cliente y aumentar la competitividad de la organización. Por último, es fundamental entender el impacto del Efecto Látigo en la cadena de suministro y sus distintas causas. El Efecto Látigo se refiere a la amplificación de la variabilidad de la demanda a medida que se avanza en la cadena de suministro, lo que puede generar problemas de inventario, capacidad y servicio al cliente. Al comprender las causas de este efecto, como la falta de visibilidad de la demanda real, los retrasos en la información y las fluctuaciones en los pedidos, se pueden implementar estrategias para mitigar sus efectos negativos y mejorar la eficiencia de la cadena de suministro.