Información sobre el curso

La práctica de escribir a mano en diferentes momentos históricos ha dado lugar a diversas formas de expresión que han definido los sistemas de escritura. En todos los casos, el acto de trazar las letras no puede ser comprendido sin tener en cuenta su dimensión morfológica, poética o estética.

¿Qué aprenderás en este curso?

El estudio de las competencias paleográficas históricas es fundamental para poder desarrollar la creatividad caligráfica. Para ello, es necesario comprender el contexto histórico en el que se produjeron los textos manuscritos, ya que esto nos permitirá entender las particularidades de cada época y los tipos de letra empleados en cada una de ellas. Además, es importante realizar un análisis detallado de la materialidad constitutiva de los manuscritos, es decir, de los materiales utilizados para su elaboración, como el tipo de papel, la tinta, etc. Esto nos ayudará a comprender mejor las características de cada texto y a poder realizar una reproducción más fiel. En este sentido, es fundamental contar con tecnologías de observación y captura detallada, que nos permitan examinar minuciosamente c ada detalle de los manuscritos. Estas tecnologías nos ayudarán a identificar elementos que a simple vista podrían pasar desapercibidos, como marcas de agua, sellos, etc. Una vez que se han adquirido las competencias paleográficas y se ha desarrollado la creatividad caligráfica, es posible integrar ambas capacidades para resolver casos de transcripción de manuscritos. Esto implica la capacidad de leer y transcribir textos antiguos, respetando la ortografía y la gramática de la época en la que fueron escritos. Por último, es importante destacar que el estudio de la comunicación manuscrita no se limita solo a la transcripción de textos, sino que también implica el análisis de su representación pictórica, literaria y expresiva. Esto nos permitirá comprender mejor el contexto en el que se produjeron los textos y su significado más allá de las palabras escritas.