
Durante años, hacer prácticas era casi un rito de paso. Mal pagado —o directamente gratuito—, poco regulado y con tareas muchas veces fuera de lugar. Ahora, ese guion se reescribe. Con la entrada en vigor del Estatuto de las personas en formación práctica no laboral, se impone un antes y un después en la experiencia de quienes se están formando dentro de una empresa.
Este nuevo marco legal no es solo una declaración de intenciones: es una herramienta que garantiza derechos concretos para el alumnado en prácticas y redefine la relación con las empresas. Porque formarse no debería significar resignarse.
Ya no estás “ayudando”: estás aprendiendo, con derechos
Uno de los principales cambios es el reconocimiento real del rol formativo de las prácticas. El estatuto establece que:
- Todas las prácticas deben estar vinculadas a un plan de estudios real.
- Deben contar con un plan formativo individual, con objetivos, tareas concretas y tiempos definidos.
- Habrá un tutor con un máximo de cinco personas a su cargo, garantizando un acompañamiento personalizado.
Este nuevo enfoque evita que las empresas asignen tareas arbitrarias o desconectadas de la formación. Si estás en prácticas, tu tiempo tiene valor, y tu esfuerzo también.
Por primera vez, se limitan los abusos
Durante años, la figura del becario fue usada para suplir mano de obra sin coste. El Estatuto impone límites clave para terminar con estas prácticas:
- Una empresa no podrá tener más del 20% de su plantilla en prácticas.
- El acceso a derechos como pausas, descansos o el uso de los servicios de la empresa será obligatorio.
- Las prácticas no podrán extenderse más allá del tiempo estrictamente formativo.
Y lo más relevante: la Inspección de Trabajo podrá actuar y sancionar si se detectan irregularidades. Ya no se trata solo de confiar: habrá control real sobre el empresario.
Seguridad, visibilidad y protección
El Estatuto también incorpora medidas que reconocen al alumnado en prácticas como parte activa del entorno laboral. Esto se traduce en:
- Inclusión en protocolos frente al acoso laboral.
- Información obligatoria a la representación legal de los trabajadores sobre quién está en prácticas.
- Creación de comisiones internas de seguimiento en las empresas.
En otras palabras, se acabó la invisibilidad. Si estás aprendiendo, tienes derecho a estar informado, protegido y acompañado.
Las prácticas como puente real al empleo
Este cambio legal redefine el sentido de hacer prácticas. Ya no se trata de una etapa sacrificada para “ganarte un sitio“, sino de un proceso estructurado que debe ayudarte a construir un camino laboral con base sólida.
El objetivo ya no es solo “estar” en una empresa, sino formarte con garantías, respeto y coherencia.
¿Te estás preparando para hacer prácticas? Este curso es más que recomendable
Comprender los alcances de este nuevo Estatuto te permitirá exigir lo que te corresponde desde el primer día. Si quieres enfrentarte al mundo de las prácticas con seguridad, claridad y criterio, infórmate en la web del Ministerio de Trabajo de todas las características detalladamente. Ampliando tu conocimiento legal sobre este asunto, aprendiendo a leer un plan de prácticas y conociendo los límites que las empresas deben respetar.
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Graduada en Medicina por la Universidad de Alcalá con especialidad en la gestión de recursos hospitalarios y humanos en centros sanitarios.
Su labor se centra en la supervisión y auditoria de centros médicos públicos y privados.








