La beca poco conocida que puede pagarte hasta 12.000 € al año si estudias para juez, fiscal o LAJ

Una ayuda que puede cambiarlo todo: hasta 12.000 € al año para opositores a juez, fiscal, LAJ o abogado del Estado. Conoce cómo aprovechar esta oportunidad única.

Mujer estudiando para juez en su domicilio

Cuando el dinero deja de ser un obstáculo y empieza a ser un aliado

Hay quien cree que opositar es una especie de cruzada mística, una prueba de resistencia mental donde solo los más estoicos —o los más privilegiados— sobreviven. Pero, ¿qué pasaría si te dijeran que estudiar para juez, fiscal, LAJ o abogado del Estado ya no tiene por qué implicar años de precariedad, cafés recalentados y trabajos a media jornada que desgastan más que la oposición en sí?

La respuesta tiene nombre propio y promesa implícita: becas SERÉ. O, con su título completo, Sistema de Estudios y Rendimiento para la Excelencia. Un programa que respalda, acompaña y legitima a quienes eligen la vía más exigente del Derecho. Porque sí, prepararse para una oposición jurídica es casi un sacerdocio laico. Y como todo compromiso de fondo, merece algo más que buena voluntad y apuntes heredados.

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Un salto cualitativo: dinero, tutorías y dignidad

Hasta 12.000 euros al año, durante un máximo de cuatro cursos, pueden cambiar no solo tu agenda, sino tu estado de ánimo. Y esto no es una hipérbole romántica. Es el tipo de alivio que convierte una habitación sin calefacción en biblioteca personal, una academia inalcanzable en recurso esencial, y un preparador privado en guía cotidiano.

La ayuda se divide en dos partes muy diferenciadas

  • 8.400 € al año en ayuda directa para manutención, transporte o alquiler.
  • 3.600 € en especie, para formación especializada, academias y tutorías personalizadas.

Pero lo realmente revolucionario no es la cifra. Es el enfoque: el reconocimiento de que el talento jurídico puede venir de cualquier estrato social, y que el mérito no debe medirse por la herencia, sino por la constancia. Como quien dice, menos linajes y más esfuerzo.

¿Quién puede acceder a esta utopía financiada?

No basta con desearlo, claro. Las becas SERÉ no son un salvavidas para navegantes sin rumbo, sino un apoyo robusto para quienes ya están en marcha. Los requisitos son claros, pero justos:

  • Tener título en Derecho y nacionalidad española.
  • Estar preparando activamente la oposición, bajo la tutela de un preparador o academia.
  • Acreditar renta familiar limitada, según los umbrales establecidos cada año.
  • No recibir ayudas similares simultáneamente.

Y, por supuesto, demostrar compromiso en cuerpo y alma.

Aquí no se premia al mejor expediente, sino al opositor que aguanta, que estudia, que se levanta tras cada tema fallido y vuelve al Código como quien regresa a casa después de una derrota.

El tiempo también importa: cuatro años de oxígeno

El reloj del opositor no es como el del resto del mundo. Late a ritmo de convocatorias, plazos, exámenes orales y hojas tachadas. Por eso, lo que SERÉ ofrece no es solo dinero: es tiempo. Cuatro años de respiro económico, que coinciden casi con el ciclo natural de preparación para estos cuerpos.

Un lujo, sí. Pero no un privilegio. Más bien, una forma de equidad retroactiva: que el que no tuvo academia a los 20, la tenga a los 25. Que quien trabajó como camarero mientras estudiaba Derecho, pueda ahora centrarse solo en estudiar sin doblar turnos.

Cómo se solicita: la burocracia también se entrena

El proceso es telemático (porque estamos en el siglo XXI, aunque a veces no lo parezca), y requiere:

  • Certificado digital o sistema Cl@ve.
  • Formularios online.
  • Documentación escaneada en PDF: DNI, título, justificante de preparador, IRPF familiar…

El plazo suele abrirse en junio, con unas dos semanas para presentar todo. Es decir: si procrastinas, te quedas fuera.

¿Cuántas se conceden? ¿Está la tuya entre ellas?

En solo tres años, las becas SERÉ han pasado de ser un gesto simbólico a una política pública consolidada. En 2025, el Estado destinó 15,6 millones de euros para 1.300 becas. Y no es humo electoral: ya hay un proyecto legislativo para convertirlas en política estructural, con presupuesto fijo y vinculación al Salario Mínimo.

¿Y si vivo lejos? ¿Y si no tengo enchufe? ¿Y si…?

No importa si preparas la oposición desde un piso compartido en Lugo o desde una biblioteca de barrio en Almería. Las becas SERÉ son estatales, gestionadas por el Ministerio de Justicia a través del Centro de Estudios Jurídicos (CEJ). No dependen de comunidades autónomas, universidades ni academias privadas.

Tu código postal no te descalifica. Tampoco tu apellido, ni tu acento. Lo único que importa es que cumplas los requisitos… y que no te rindas.

El momento es ahora (o en junio, pero mejor prepárate desde ya)

Aunque la convocatoria 2025 ya cerró, 2026 está más cerca de lo que parece. Y si algo caracteriza al buen opositor es que no deja nada para última hora (salvo quizá, la vida social).

Empieza ya a revisar tu documentación, tus ingresos, tu justificante de preparador. Renueva tu Cl@ve. Habla con tu familia. Porque sí, opositar es una decisión personal… pero las becas como SERÉ te permiten que no sea una condena familiar.

Postúlate y haz justicia a tu vocación

La ley no debería ser un privilegio reservado a quienes pueden permitírsela. Si lo tuyo es el Derecho y quieres opositar sin renunciar a una vida digna, este programa puede marcar la diferencia.

Pulsa el siguiente botón naranja y empieza a planificar tu camino hacia la toga con respaldo real y recursos suficientes.

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Otras ayudas y becas disponibles

Doble Titulada con Grado en Educación Social y Grado en Información y Documentación por la Universidad de Salamanca.
Experta gestora, administradora y tesorera de recursos económicos en la empresa privada durante más de 3 años.

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